dimarts, 15 de març del 2016

13/12/2014. Enric Juliana. Las comunidades del Arco Mediterráneo (Catalunya, Valencia, Baleares y Murcia) suman el 32,3% de la población española, producen el 33,4% del PIB, generan más del 40% de las exportaciones, lideran los ingresos turísticos, concentran el mayor número de pequeñas empresas y, sin embargo, apenas contabilizan el 15% de los ministros de la democracia.

Benvolguts,

Un molt interessant article de l’Enric Juliana del 2014 ja publicat en aquest Bloc al qual hi hem afegit altres enllaços a apunts posteriors sobre aquest mateix tema. Explicacions ja a bastament conegudes però molt interessants si estan ordenades i formant part d’un cos d’article, gairebé una Tesina...

Fixem-nos que en l’article de l’Enric Juliana no para de parlar dels Països Catalans però no els esmenta. En aquest del 16/04/15 els esmentem també però amb un nom gairebé més suggerent: Països Espoliats!


En aquest darrer article s’inclouen enllaços a 4 o 5 altres apunts del Bloc sobre aquest tema!
En un altre article anterior i comentat també explica molt bé l’íntim significat del terme l’Espanya assimilada, de la qual tenim l’honor de formar-ne part des del 1714:


Així mateix el company Josep Centelles, autor d’entre d’altres del llibre Entender Cataluña publicat per Octaedro, ens explicava en el darrer Racó del Xerraire que: 

va tenir una experiència interessant visitant el Congreso de los Diputados de Madrid. Es veu que hi ha unes estances o uns corredors o galeries amb retrats dels diputats de l’esmentat Congreso des de fa moltes generacions. La sorpresa (o no tant sorpresa) va ser adonar-se que els noms de les nissagues retratades eren en gran proporció els mateixos dels congressistes que en aquell moment hi havia a l’hemicicle. Crec recordar que ell va parlar concretament de Santamarias i de Posadas...  

Ergo, a Espanya no hi tenim res a fer. De cap manera. Recordeu aquella dita i història aragonesa: Ti pongas como ti pongas...te voy a joder!

Mediterráneo sin cartera

Enric Juliana

Entre 1976 y 2014, los sucesivos gobiernos españoles se han nutrido básicamente de la España central y andaluza, con adición gallega

Política | 13/12/2014

Vivimos en la era de la estadística. Fluyen los datos. Se cruzan, se pesan, se miden, se comparan, se relacionan y sobre ellos se erigen conclusiones, con mayor o menor fortuna. Las redes sociales aman los datos: no ocupan mucho espacio y generan movimiento. Un buen dato viene a ser como el wolframio aplicado el acero: blinda la opinión, la endurece, le afila el corte y la hace más resistente. En el gran festival de la subjetividad, en el mundo de la opinión a raudales, un relato con buenos datos reluce y toma la iniciativa. Esta misma semana, la apertura del denominado Portal de Transparencia del Gobierno de España ha permitido contabilizar que hay 259 altos cargos que cobran más que el presidente. De inmediato la polémica: o los altos cargos cobran demasiado, o el jefe del Ejecutivo se queda corto de nómina. En este caso, los datos ayudan a defender la instauración de un baremo salarial más coherente, encabezado por el jefe del Estado y el presidente del Gobierno. Seguramente los altos cargos que más cobran no se habrán sentido cómodos viendo sus nombres en la pizarra. Ya circula por la red un 'once' con la alineación de los altos funcionarios de la Administración central mejor remunerados, entre ellos la presidenta de la Zona Franca de Vigo, lo cual no deja de ser una sorpresa.

Con mucho menos ruido y furia, esta semana ha circulado otra estadística a la que merece prestar atención. Una estadística sobre el lugar de nacimiento de todos los ministros españoles desde 1977 hasta la fecha. Son datos extraídos de un amplio estudio sobre los gobiernos de la democracia ("Los ministros de la democracia. Reclutamiento político y carrera ministerial de Suárez a Zapatero, 1976-2010"), obra de Juan Rodríguez Teruel, profesor de Ciencias Políticas en la Universitat de València. Con cifras y referencias extraídas de este informe del profesor Rodríguez Teruel, el politólogo Ton Vilalta ha elaborado un interesante cuadro estadístico sobre el origen territorial de los hombres y mujeres que en el citado periodo histórico han tenido la oportunidad y la responsabilidad de sentarse en la mesa del Consejo de Ministros. Porcentaje de ministros por comunidad, comparado con el peso demográfico de cada territorio. Son datos interesantes que desde hace unos días podemos leer en la web de ciencia política Cercle Gerrymandering, de la que Vilalta, un buen experto en política italiana, es colaborador.

Evidentemente, un Gobierno no es una coordinadora regional, ni los ministerios se adjudican por estrictas cuotas, aunque la presencia femenina es un factor al que la opinión pública presta mucha atención desde que José Luis Rodríguez Zapatero formase el primer Gobierno paritario de la historia política de España. Hoy no hay Gobierno paritario. Tras la reciente dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, el actual Ejecutivo sólo cuenta con cuatro mujeres, sobre un total de catorce miembros, incluido el presidente. Un Gobierno no es un muestrario regional pero algunos datos del informe Rodríguez Teruel, trabajados por Vilalta, resultan significativos.

La primera conclusión es harto previsible. El mayor porcentaje de ministros ha nacido en la ciudad de Madrid, capital de España, sede de los ministerios y de prácticamente todas las instituciones y organismos que configuran la Administración central del Estado. El 30 % de los ministros que tuvo España entre el primer gobierno de Adolfo Suárez y el último gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero nacieron en Madrid. Si añadimos al cómputo el actual equipo de Mariano Rajoy, la constante se mantiene e incluso se incrementa. Seis de los 16 ministros nombrados por Rajoy hasta la fecha nacieron en Madrid. Más del 30%.

En el cómputo 1976-2011, después de los madrileños, vienen los castellanos (12%) y los andaluces (12%). Madrid, Castilla-León y Andalucía han aportado más de la mitad de los ministros que ha tenido España desde la restauración de la democracia. Si trasladamos estos datos a un mapa, ante nuestros ojos aparecen el fuerte peso de la capital y el vasto dominio del antiguo reino de Castilla, una vez culminada la Reconquista. La periferia de raíz no castellana mejor representada en el Consejo de Ministros es Galicia, la tierra donde nació el actual presidente del Gobierno. A continuación vienen Catalunya, el País Vasco y la Comunidad Valenciana, por este orden. El territorio que menos ministros ha aportado al Gobierno de España en los últimos 38 años es Navarra, aunque muchas personas seguramente aún recordarán el vigoroso paso del socialista navarro Carlos Solchaga por los ministerios de Industria y Economía. La mayor desproporción, a la baja, entre ministros y peso demográfico se produce en Catalunya y en Castilla-La Mancha. Por el contrario, son diversas las comunidades en las que la cuota de ministros supera el porcentaje de población sobre el total español. En primer lugar, ya se lo pueden imaginar: Madrid. Después, Castilla-León, Galicia, País Vasco, Asturias, Cantabria y La Rioja.

Un dato llama poderosamente la atención: el escaso peso político en los ministerios de Madrid de lo que mi buen amigo Josep Vicent Boira, profesor de Geografia en la Universitat de València, llama la "España del Este". La España Oriental. Las regiones del Arco Mediterráneo. Catalunya, Valencia e Islas Baleares, junto con Murcia. Los territorios de la antigua Corona de Aragón son poco ministeriales, puesto que la actual región aragonesa tampoco ha aportado muchos hombres y mujeres con cartera en el palacio de la Moncloa.

El contraste es significativo. Las comunidades del Arco Mediterráneo (Catalunya, Valencia, Baleares y Murcia) suman el 32,3% de la población española, producen el 33,4% del PIB, generan más del 40% de las exportaciones, lideran los ingresos turísticos, concentran el mayor número de pequeñas empresas y, sin embargo, apenas contabilizan el 15% de los ministros de la democracia.

Creo que es un dato relevante que va más allá de la anécdota o de la curiosidad estadística.

Podríamos añadir que las comunidades del citado Arco Mediterréaneo son las que presentan –con matices en el caso de Murcia- la menor ratio de funcionarios por mil habitantes. Contribuyentes netas a la solidaridad interna española son también las comunidades que hoy registran un mayor nivel de endeudamiento autonómico, lo cual puede deberse a dos motivos:
1) A la existencia de un misterioso gen mediterráneo de la deuda que predispone a los nativos al déficit.
2) A las disfunciones y a la ausencia de equidad en  un laberíntico sistema de financiación del gasto autonómico, que ha penalizado especialmente a las regiones mediterráneas en plena crisis, al haber registrado una más aguda disminución de los ingresos fiscales, dada su estructura socioeconómica.

Es probable que a finales de mayo, una vez celebradas las elecciones municipales y autonómicas, ese mismo Arco Mediterráneo presente, con muchos matices y diferencias en su interior, una notable singularidad política.

Decía al principio que un Gobierno no es una coordinadora regional obligada a mantener una cierta equidad territorial. Buena parte de los ministerios suelen ser dirigidos por políticos que provienen de la diplomacia y de los cuerpos superiores de la Administración central del Estado, cuya radicación, promoción y fermento se produce en Madrid. La Brigada Aranzadi es de robusta matriz castellana, con notables aportaciones vascas. (Manuel Aranzadi Irujo, fundador de la principal casa editorial de recopilaciones jurídicas y jurisprudenciales españolas, fue uno de los pioneros del Partido Nacionalista Vasco en Navarra. Enemistado con los republicanos, tomó partido por los militares alzados en julio de 1936, rompiendo con sus compañeros del Euskadi Buru Batzar, con sede en Bilbao).

En los datos referidos a Catalunya y el País Vasco seguramente pesa la negativa de las fuerzas nacionalistas a formar parte del Gobierno español cuando se les ha formulado o sugerido tal posibilidad, básicamente entre los años 1993 y 2000, en el ocaso de Felipe González y durante la primera legislatura de José María Aznar. La ruptura entre Jordi Pujol y Miquel Roca i Junyent se produjo precisamente por esta cuestión. Pero también es verdad que durante un largo periodo de tiempo, el Partido Socialista y el PP intentaron ser competitivos en Catalunya y el País Vasco, estimulando una presencia cualitativa de catalanes y vascos en sus gabinetes ministeriales. Aznar reclutó a dos ministros catalanes independientes (Josep Piqué y Anna Birulés) que no poseían el carnet del PP cuando fueron nombrados.

Esa estrategia se ha agotado.

Hoy el cuadro es distinto y no deja de llamar la atención la escasa presencia de la España mediterránea en el Consejo de Ministros.

En el actual gabinete presidido por Mariano Rajoy ningún ministro ha nacido en Catalunya, Valencia y Baleares. Tampoco en Aragón o en Murcia. El actual Consejo lo componen un gallego (el presidente), cuatro madrileños (José Manuel García-Margallo, Juan Ignacio Wert, Rafael Catalá y Luis de Guindos), tres castellano-leonesas (Soraya Sáenz de Santamaría, Isabel García Tejerina y Ana Pastor), dos vascos (Pedro Morenés y Alfonso Alonso), dos andaluces (Cristóbal Montoro y Fátima Báñez), un canario (José Manuel Soria) y un ministro nacido en Valladolid pero afincado desde joven en Catalunya, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera política (Jorge Fernández-Díaz). Cuatro ministros han nacido en Madrid y otros tres en Valladolid, las dos únicas ciudades que han tenido el título de capital de España.

Son datos elocuentes que colorean y contribuyen a explicar la actual coyuntura política. Son datos que siguen dando interés a un singular mapa que podrán ver un poco más abajo. Un mapa de 1854, que no fue dibujado por ningún cartógrafo catalanista o republicano-federal, sino por un señor de Madrid que se llamaba Francisco Jorge Torres de Villegas, miembro de la Sociedad de Amigos del País. Entre 1851 y 1857, Torres de Villegas publicó en dos volúmenes un extenso atlas sobre Europa y España, contempladas desde distintos ángulos geográficos, jurídicos y políticos. En el mapa que viene a continuación –mapa que se conserva en la Biblioteca Nacional y cuya imagen escogí para la portada del libro "La deriva de España", publicado en el 2009-, se dibujan las cuatro Españas existentes, según "el régimen especial vigente en ellas", en referencia al derecho civil. Torres de Villegas eligió unos nombres muy explícitos, cuya resonancia sigue siendo hoy muy significativa:

·         La España Uniforme o Puramente Constitucional.
·         La España Incorporada o Asimilada.
·         La España Foral.
·         La España Colonial. 




Desde la restauración de la democracia, más del 75% de los ministros, incluidos los seis jefes de Gobierno que se han sucedido en la cabecera del Consejo de Ministros, han surgido de la España Uniforme o Puramente Constitucional. La España Foral ha tenido un peso relativamente significativo, mientras que la España Incorporada o Asimilada, sigue haciendo honor a tan ilustrativo nombre.
Enric Juliana

Joan A. Forès
Reflexions


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