divendres, 3 de juliol del 2015

150702. Enric Juliana. Grecia y Catalunya.


Grecia y Catalunya
Enric Juliana en La Vanguardia
ANÁLISIS
El reférendum del domingo tendrá consecuencias en la política española . Una victoria de Syriza daría más motivos a Rajoy para adelantar las elecciones generales a septiembre
No sabemos cómo acabará el drama, pero sí podemos intuir importantes cambios narrativos cuando concluya el duro e inédito pulso que el Gobierno de Grecia le ha planteado al Directorio Europeo. (Directorio: conjunto de organismos e instancias que conforman el vértice del imperio de nuevo tipo llamado Unión Europea). Viene un cambio de rasante que afectará a todas las narraciones políticas, así en el centro como en las más lejanas periferias; así en Berlín como en Sant Adrià del Besòs.
Los influyentes medios de comunicación anglosajones ya han tomado la delantera lanzando la sonora expresión ‘Grexit’. Apuestan por la salida de Grecia del euro, como en su día apostaron por la crisis de la deuda en todo el Sur de Europa, acuñando el injurioso acrónimo ‘PIGS’ (literalmente, cerdos), para referirse a Portugal, Italia, Grecia y España. Puesto que la historia la escriben siempre los vencedores, no es difícil imaginar cuál será el giro narrativo si los gobernantes griegos se ven obligados a doblar la rodilla después de su arriesgada y discutible decisión de preservar la unidad del bloque Syriza con la convocatoria de un referéndum.
Si el domingo en Grecia gana el sí, asistiremos a una potente reafirmación del orden realmente existente. Alexis Tsipras deberá regresar con la cabeza gacha a la mesa de negociaciones, si antes no se ve obligado a dimitir y a nuevas convocar elecciones. En lo alto del edificio Berlaymont de Bruselas, sede de la Comisión Europea, se encenderá un rótulo luminoso con la inscripción “No se puede”.
Si el voto favorable a la propuesta de la Comisión arrolla a Tsipras y Varoufakis, el mensaje de fondo será el siguiente: en el imperio europeo de nuevo tipo ‘no se pueden’ levantar grandes barricadas con los ladrillos de las viejas soberanías nacionales. Se pueden construir barricadas de tamaño medio, más o menos vistosas –“estallidos de ira”, que diría el filósofo alemán Peter Sloterdijk– , pero nunca con el propósito de colapsar o cuestionar de manera unilateral los engranajes fundamentales. Mensaje para todos los habitantes del imperio, sin excepción. Mensaje importante, también, para los catalanes que creen posible modificar, de manera unilateral, las fronteras interiores de la Unión.
Si gana el no, las redes sociales clamarán “Sí se puede”, la negociación tomará un nuevo e incierto rumbo y se harán más patentes las presiones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en favor de un acuerdo que aleje a Atenas de cualquier tentación moscovita.
En el escenario ‘Oxi’ (no), Syriza se consolida como el referente indiscutible de todas las nuevas izquierdas que sueñan con modificar, de manera visible, algunas de las costuras del imperio de nuevo tipo. Podemos y sus hologramas locales se sentirán llamados a dar un gran salto en las próximas convocatorias electorales (catalanas y generales), en Italia crecerán los partidarios de una escisión de izquierdas del Partido Democrático –escisión que se ve a venir desde hace meses–, en Francia, aumentarán las apuestas en favor de Le Parti de Gauche del jacobino Jean-Luc Mélenchon, y en Portugal, el primer ministro Pedro Passos Coelho (centroderecha) ya se puede ir despidiendo de la reelección en las elecciones legislativas previstas para el día 11 de octubre.
Si el domingo gana el no en Grecia, Mariano Rajoy quizá se vea empujado a convocar elecciones en septiembre, para ‘planchar’ la convocatoria catalana, extremar la polarización entre el PP y Podemos –“o nosotros o el caos”– y evitar males mayores en un incierto mes de noviembre. Se lo están pidiendo, en privado, algunos dirigentes del PP. Y ayer lo hizo público Esperanza Aguirre, para provocar.
Acabe como acabe, nada de lo que ocurra en Grecia será ajeno al devenir inmediato de España y Catalunya.

Joan A. Forès

Reflexions

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