diumenge, 1 de desembre del 2013

01/12/13. .Jaume Grau. España no es un estado. Al menos uno que responda a los criterios de separación de poderes al uso. En España el estado es la sombra de un figurante sin texto en una obra de mal gusto, con una dirección con una clase extractiva muy voraz


Benvolguts,

Avui el biòleg Jaume Grau ens obsequia amb aquesta magnífica reflexió amb el contundent títol España no es un estado,  que infereix el tema de les dues Espanyes.

Ja tornem a les Dues Espanyes, enfocades aquí des del punt de vista de la dicotomia de les elits extractives voraces que viuen i es reprodueixen del funcionariat i els empresaris franquistes, contraposades als empresaris de veritat.

En España el estado es la sombra de un figurante sin texto en una obra de mal gusto,  con una dirección que  recae en una clase extractiva muy voraz que conforma una enorme cédula de mando, a la manera soviética, una nomenklatura política, funcionarial y empresarial heredera del franquismo

Una de les dues Espanyes:

·       Este  gran conglomerado de empresas de servicios, a pesar de estar privatizadas, continúa  viviendo en régimen de monopolio, sin competencia, con la clientela secuestrada.

·       Junto a las empresas de servicios, se encuentran las de construcción de obra pública, hoy en horas bajas por unos presupuestos restrictivos, pero aún poderosas

·       Y, finalmente, las entidades financieras, presentes en el accionariado de los dos grupos anteriores.

L’altra de les dues Espanyes:

·       Los empresarios de verdad, los que son capaces de crear industrias competitivas, los que exportan y generan riqueza,  son una minoría mal vista, sin poder real, pájaros cantores en un aviario de rapaces.

Crec que no és massa difícil d’identificar les dues Espanyes de les que parlem tot sovint, l’Espanya puramente constitucional i l’Espanya incorporada o asimilada o absorbida o abducida...

En el Bloc Reflexions, http://reflexionsjafores.blogspot.com.es/2011/03/180311-les-dues-espanyes-versio-espanya.html  i http://reflexionsjafores.blogspot.com.es/2011/03/170311-les-dues-espanyes.html hi trobem un comentari als dos articles apareguts simultàniament en dos diaris diferents: l’article de La Vanguardia de títol La España del Este del 17 de març del 2011 i la columna d’economia de l’Avui de títol precisament Les dues Espanyes, del 16 de març del 2011. Els articles suposem que se’ls varen ocórrer a dos periodistes de dos diaris diferents ja que en aquells dies s’estava parlant del desbloqueig estatal del Corredor Mediterrani (del qual 12 anys més tard no se n’ha fet ni el projecte), i que calia identificar els perquès a aquest retard tan escandalós Nosaltres afirmem que tota aquesta conya està produïda per la negativa de l’estat, amb PP o PSOE al Gobierno d’escanyar de totes les maneres possibles a Catalunya i per extensió al País Valencià que en aquests articles s’identifiquen com a l’Espanya de l’Est, l’Espanya Mediterrània.

Vegeu l’article:

España no es un estado

Jaume Grau en Público

el 30 noviembre, 2013 en Derechos, Economía, Justicia, Libertades, Política, Sociedad
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OPINIÓN

En España no existe un estado, al menos uno que responda a los criterios de separación de poderes al uso. En España el estado es la sombra de un figurante sin texto en una obra de mal gusto,  con una dirección que  recae en una clase extractiva muy voraz que conforma una enorme cédula de mando, a la manera soviética, una nomenklatura política, funcionarial y empresarial heredera del franquismo.   La razón de la existencia de una elite tan poderosa sólo se entiende por el singular proceso de nuestra transición política, en un país en que los servicios esenciales han vivido siempre  en régimen de monopolio, con empresas públicas o privadas controladas por el poder. Muchos antiguos franquistas, o sus descendientes, se encuentran hoy cómodamente instalados en estas empresas junto a algunas incorporaciones tardías de ex políticos de derecha o de izquierda. Es el mismo proceso que siguió hace dos décadas la Unión Soviética, con la privatización de sus recursos energéticos y industriales, hoy en manos de antiguos dirigentes comunistas. Este  gran conglomerado de empresas de servicios, a pesar de estar privatizadas, continúa  viviendo en régimen de monopolio, sin competencia, con la clientela secuestrada. Junto a las empresas de servicios, se encuentran las de construcción de obra pública, hoy en horas bajas por unos presupuestos restrictivos, pero aún poderosas y, finalmente, las entidades financieras, presentes en el accionariado de los dos grupos anteriores. Este es el núcleo duro del empresariado español, una familia que para conseguir beneficios  no necesita dominar idiomas ni ser competitiva, le basta con la complicidad mafiosa de sus parientes cercanos, políticos, altos funcionarios, periodistas y jueces.  Los empresarios de verdad, los que son capaces de crear industrias competitivas, los que exportan y generan riqueza,  son una minoría mal vista, sin poder real, pájaros cantores en un aviario de rapaces.

Aquí en España, el estado es una tapadera para medrar, para amedrentar a los díscolos, una maquinaria que lleva siglos cumpliendo parsimoniosamente su función. El estado es sólo un subconjunto de la poderosa elite extractiva, un decorado de columnas dóricas que esconde entre candilejas a la cueva de Alí Babá. Nuestros impresentables dirigentes políticos, miembros de segunda fila de este hampa español, intentan acallar las voces de los ciudadanos que se quejan cubriéndoles la boca con páginas arrancadas de la Constitución, mientras se tapan sus propias vergüenzas con la bandera bicolor. España es para sus ciudadanos, un laberinto sin salida, un proyecto fracasado, una encerrona.

Jaume Grau. Biòleg

Joan A. Forès
Reflexions

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